Antes de seguir follándome quedémonos en silencio y esperemos que nadie grite afuera mientras llovemos gimiendo. Que nadie pida auxilio sin ser escuchado. Nadie puede morir mientras estemos follando. Quiero decir, nadie puede salir lastimado sin que no nos demos cuenta Ni siquiera nosotros.
José Antonio Luer: Fóllame (Antes de que los perros ladren)
Mientras los perros no hayan encontrado mi corazón convulsionado latiendo en el pavimento afuera de la oficina de correos mientras los perros no estén ladrando porque así llaman a la muerte puedes pensar que estoy contigo abrazándote sacando de mi esternón bandadas coleccionando lápidas de nuestras bocanadas de espuma como si fuésemos lo imposible o lo último que queda en la volátil ondeada de una ceniza que deshace camino a la alborada.
¿Por qué seguir cambiando? Me gustan las guirnaldas que pones en la ventana cuando no te miras y caminas desnudo coleccionando el aire. Me gustas cuando te vuelves verde y usas de espejo tus ojos lozanos. Cuando te averdazas después de la lluvia. Caminas por la casa verde como un niño primaveral, verdeando las cosas. Yo pongo la oreja en la curvatura del techo. Este techo verde. Creo que estoy enamorado de este techo verde que muere todos los días. Eres un campo lleno de soledades que son como el algodón.
Sé que tú alma es el dolor y eso no me ayuda La acompaño hasta cierto punto Por ejemplo Solamente hasta el camino que la noche teje al Alba.
Fóllame como el sol se folla los campos de maíz.